Durante la época estival, bien por la buena meteorología dominante o bien porque se dispone de mayor tiempo libre con la llegada de las vacaciones y de la jornada laboral intensivo, muchas personas se plantean practicar senderismo, un deporte que por su baja dificultad, escasez de medios para ejecutarlo y porque se realiza en entornos naturales, generalmente lejos del mundanal ruido de los pueblos y ciudades, está ganando cada vez más adeptos. No hay que olvidar que se trata de una actividad muy relajante, bastante recomendada para olvidar la rutina habitual del día a día.
Para conocer lo que resulta imprescindible para practicar senderismo, desde Excursiones Sevilla, empresa dedicada a la organización de este tipo de rutas, señalan que lo primero y fundamental, ante todo, es elegir un sendero que esté en buen estado y tenga un nivel de dificultad adecuado a las capacidades físicas de las personas que lo van a recorrer. Todas estas recomendaciones también las puedes poner en práctica si has pensado hacer próximamente el Camino de Santiago.
Lo primero es conocer bien la ruta, su trazado, longitud y dificultad (si cuenta con pendientes pronunciadas o una calzada impracticable). No hay que olvidar las condiciones meteorológicas, no tanto por la posibilidad de lluvias, que en verano son poco probables, sino por el excesivo calor que puede hacer durante las horas centrales del día.
Otro aspecto importante es el vestuario. Es fundamental vestir ropa cómoda y ligera, que no nos cargue de peso demasiado. Es común la teoría de las tres capas, es decir, vestir una primera capa pegada al cuerpo (generalmente una camiseta térmica transpirable) que mantenga la piel seca, una segunda que aísle un poco el cuerpo de la humedad exterior (sobre todo a primera hora de la mañana) y una tercera que corte el viento y sea impermeable.
Relacionado con el punto anterior, otro elemento imprescindible a tener en cuenta es el calzado, que debe ser fundamentalmente cómodo y transpirable, para que el pie transpire el sudor generado durante la caminata. Asimismo, es más que recomendable que se ajuste bien al pie, sin apretar, y que la punta de los dedos no impacte con el interior de la puntera, ya que puede provocar lesiones en descensos. Si se va discurrir por alguna zona húmeda, otro requisito a tener en cuenta es que sea impermeable.
Seguimos con los imprescindibles. En este caso desde Excursiones Sevilla inciden en la importancia de portar una cantimplora o algún tipo de recipiente con agua o algún preparado casero de zumo natural y edulcorante. Mantenerse hidratado es vital, así como beber antes incluso de tener sed, pues esta no es más que un síntoma de que nuestro cuerpo comienza a deshidratarse. ¡Cuidado! En este sentido es mejor pecar por exceso que por defecto. Nunca hay que confiar en encontrar fuentes de agua potable durante el camino.
Hablar de los peligros del sol en los meses de verano es algo que aunque sea consabido por la mayoría de las personas no todas las ponen en práctica. De hecho, es habitual ver a personas practicar senderismo sin camiseta e incluso sin gorra o gafas de sol, algo muy peligroso para la salud. Aunque estemos en medio del campo, el sol actúa igual que sobre la arena de la playa. Nunca olvides en tu equipaje una gorra y unas gafas de sol con protección 100% UVA.
Tampoco hay que olvidar algún bastón o elemento que sirva de apoyo que ayuda a descargar el peso de la espalda durante las subidas y supongan un punto más de apoyo en los descensos (seguro que tus rodillas te lo agradecen). Utilizar uno o dos queda a criterio del usuario según sus condiciones físicas.
No hay que olvidar otros elementos como la mochila, que no debe superar los 30 litros de capacidad y donde hay que meter únicamente lo imprescindible (nada de echar cosas por echar); el teléfono móvil con cámara de fotos (si se quiere tener un recuerdo de la experiencia) y si creemos que nos hace falta por las condiciones del sendero una linterna y una navaja.
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